"Tres dĂas despuĂ©s. Divisaron, muy lejanas, las costas de Ăfrica a su derecha. Una pequeña lĂnea gris recortada sobre el sol naciente. Luego las Islas Canarias a su izquierda y, como en un suspiro, el crucero entrĂł y saliĂł del Estrecho de Gibraltar.
Manuel estuvo todo el cruce en babor, casi sin mirar los destructores y cruceros de la base naval, hipnotizado, viendo España: pura roca y montaña: España, aunque allĂ estuviera la bandera inglesa (âŠ).
Llegaron a Alicante a media tarde. Entraron al puerto. Las ruedas de los autos y la lona del camiĂłn aĂșn chorreando polvo.
Bajaron en el muelle, al costado de la tarima tapada con lona y custodiada por cuatro marineros. El crucero no estaba.
Bajaron los bĂĄrtulos del camiĂłn y se sentaron a esperar.
Al atardecer, Carmen reconociĂł la elegante y agresiva silueta del 25 de Mayo regresando al puerto.
Para la noche, la lancha llevĂł a los refugiados, los marinos y los dos choferes al barcoâŠ
El capitĂĄn no los saludĂł militarmente, estrechĂł sus manos.
-Tuvimos que tocar alarma y prepararnos para el combate. Unos cuantos Heinkel alemanes bombardearon la ciudad. No sabĂamos si nos iban a atacar a nosotros tambiĂ©n. Hace dos dĂas que estamos en alerta antiaĂ©rea permanente (...)".
En los comienzos de la Guerra Civil española, grupos de tareas del gobierno republicano secuestraron y asesinaron a miles de civiles: religiosos, nobles, opositores polĂticos. El Gobierno Argentino, su Cuerpo DiplomĂĄtico y su Armada, rescataron y evacuaron a cientos de ellos, argentinos y españoles. Primero, asilĂĄndolos en la embajada y luego, llevĂĄndolos a Francia o Portugal, en el Crucero "25 de Mayo" y el Destructor "TucumĂĄn". Esa es la historia que da lugar a este libro. Una historia de orgullo y valentĂa. Una historia que habla de un paĂs que era orgullo en el concierto de las naciones.