Mi marido Markus y yo llevåbamos años felizmente casados. Nos conocimos en un seminario y ambos congeniamos inmediatamente. Markus trabaja con mucho éxito en un banco cerca de Munich. Trabajo como secretaria en una pequeña empresa industrial.
Markus tiene 24 años y yo 23. Para nuestra gran fortuna, nuestra hija naciĂł el año pasado. En realidad, querĂamos esperar con la planificaciĂłn familiar porque querĂamos tener un buen comienzo en nuestras carreras. Por supuesto, tambiĂ©n querĂamos disfrutar de las salidas, las fiestas y las celebraciones. Pero cuando recibĂ el mensaje del ginecĂłlogo, todavĂa estĂĄbamos muy contentos y decidimos quedarnos con el niño.
Mi jefe no estaba muy entusiasmado cuando se lo dije, ya que yo sĂłlo habĂa trabajado en la empresa durante un tiempo muy corto y acababa de terminar el perĂodo de prueba. Pero bueno, era como era y no podĂa ser cambiado. DespuĂ©s de que mi hija naciĂł, estuve de baja por maternidad y disfrutĂ© mucho del tiempo con mi bebĂ©. Markus tambiĂ©n me dio todo el apoyo que necesitaba. Los quiero mucho a los dos. Pero ahora el permiso parental se habĂa acabado y por unos dĂas volvĂ a trabajar como secretario jefe en mi antigua empresa.
En realidad, no querĂa, pero dependĂamos de mi salario porque Markus no ganaba tanto. Sin embargo, segĂșn nuestros cĂĄlculos un trabajo de media jornada serĂa suficiente para llegar a fin de mes y por eso hoy tuve una cita con mi jefe principal para hablar con Ă©l sobre el asunto y preguntarle si serĂa posible reducir mi trabajo actual en un 50%.