La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto en el que se vieron implicadas la mayor parte de naciones del mundo, especialmente las grandes potencias, que se agruparon en dos bandos enfrentados: el de los Aliados y el del Eje. En una guerra de estas caracterĂsticas, ambos contendientes cometieron errores, algunos flagrantes, que significaron buena parte del devenir final de esta tragedia. Con su habitual maestrĂa a la hora de conducirnos por algunos de los caminos más oscuros de la Historia, GarcĂa May arroja luz sobre varios de los episodios menos conocidos de este perĂodo, tratando de obviar el maniqueĂsmo que sectores interesados han tratado de hacer llegar muchas veces hasta nosotros.
• André Maginot y la defensa inútil.
• Franklin Delano Roosevelt y el mapa secreto.
• Arthur Percival y los cañones de Singapur.
• El mariscal Montgomery y el jardĂn marchito.
• El listo de Schindler.
Todos los conflictos bĂ©licos suelen resolverse en funciĂłn de las equivocaciones cometidas por los distintos bandos en lucha. Un ejemplo de ello es la batalla de Singapur en 1942, cuando las tropas británicas, rodeadas por las japonesas, se rindieron a Ă©stas pensando estar en gran desventaja cuando en realidad les triplicaban en nĂşmero. Podemos considerar dos tipos básicos de errores: los propios y los inducidos. Juzgar mal las fuerzas propias y/o las del enemigo, escoger el peor momento para lanzar una ofensiva o ejecutarla en forma desacertada, empeñarse en mantener unas Ăłrdenes que la experiencia ha demostrado fallidas o insuficientes…, son algunas de las conductas errĂłneas incluidas en el primer grupo. Actuar de acuerdo con la propaganda ajena, perder informaciĂłn vital a manos de espĂas enemigos, dejarse engañar por ingeniosas estratagemas ideadas para desviar la atenciĂłn sobre las verdaderas intenciones del otro bando…, se pueden anotar en el segundo grupo.