En la Viena del 1900 se incubó una infame sociedad con fines de lucro, que sólo un intelectual independiente supo advertir: la de guerra y periodismo. La prensa actuaba al amparo de un sistema liberal, con "libertad de expresión" casi plena, y sin otras presiones que las de un público lector ávido de catástrofes y escándalos. Por parte del Estado, un imperio agonizante, en vez de manipulación informativa sólo había una indiferencia bonachona.
Este volumen recoge algunos de los mejores textos con los que el inefable Karl Kraus registró desde su revista La antorcha el siniestro proceso por el cual la Primera Guerra Mundial llegó a ser un gran negocio técnico y cultural.