Vivir sumergida en el mar de lo inconsciente le ha permitido a Mariana vislumbrar la inmensidad de su existencia, su belleza oculta.
Hoy, un 20 de enero de 2015, está lista. Recordar uno a uno los fragmentos de otras vidas le ha proporcionado la posibilidad de llegar al final de esta liviana y lista. Antes de partir, recupera la lucidez unos instantes y confundiendo a Nicolás con Francisco se despide de él. Panchito la observa incrédulo.
—¿Has visto esas rosas, Nico? ¿Has visto qué maravilla? ¡Dios mío! ¿Has notado la armonía que las une? Cada una tiene su lugar en el cantero, y el orden que las acomoda es perfecto. Aunque ellas no lo sepan, claro, porque son rosas. Las formas que recrean entre todas son una maravilla. —Hace una pausa de unos segundos y luego continúa—. La armonía en todo lo que nos rodea es sencillamente perfecta, mi amor, incluso en las plagas y las espinas, que también tienen su sentido en el jardín. Esto es lo que quería decirte, que debes confiar en eso.