La intención de esta obra es "determinar" la naturaleza de Dios en su relación con el Universo, concretando y analizando los denominados atributos cósmicos de Dios. Trata, por tanto, del problema de Dios, pero orientado sólo en su relación con el Cosmos, prescindiendo explícita y radicalmente de su relación con el Hombre.
Por relación de Dios con el Cosmos, se entiende "nuestro Universo", el Universo del que habla la física, el Universo que ha venido estudiando y observando la ciencia. Aquí se analiza el proceso histórico de progresivo conocimiento hasta la concepción hoy vigente. Es decir, el problema del Universo a lo largo de la historia humana desde la perspectiva propiamente científica.
Para ello, se ofrece un estudio histórico aceptablemente pormenorizado de las conexiones, acuerdos y desacuerdos, entre la concepción de Dios, y la del Universo y de su posible relacionalidad. El conocimiento del Universo, es decir, de la Creación en versión religiosa, informa acerca de Dios, su creador, facilitando, modulando, la elaboración humana del concepto de Dios. Trata, pues, del problema de la relación Dios-Universo a lo largo de la historia humana, o, propiamente, de la teología de la Creación del Universo en su largo desarrollo histórico a la luz de los progresos científicos.
En un Universo tan grande, en el que el planeta Tierra representa tan poco, tan poquísimo, y en un Universo tan antiguo y al que debe quedarle tanta vida, en el que la presencia del hombre es tan fugaz, tan corta, hay que replantearse la idea del propósito de Dios, y cobra especial relevancia en este contexto la tradicional quinta Sola de la tradición protestante: Soli Deo Gloria, para su gloria. Y en ese contexto, el ser humano puede glorificar a Dios, debe glorificar a Dios en el brevísimo intervalo tempóreo universal que le está tocando vivir. (Francisco González de Posada)