Abro el miedo es un libro notable: por su potencia arrolladora y por su lenguaje, bello en su cruda verdad, lúcido, audaz, de gran riqueza.
Es un libro de dolor pero Teresa Orbegoso es una poeta cabal, de modo que no escribe una catarsis ni un conjuro sino un libro de poemas. El dolor se enamora de las palabras porque las necesita, escribà una vez. Y es asà como hace nido en el poema, se afinca allà para obtener certeza, la certeza del cobijo y de la existencia. "Lo que existe"; eso le pide su enfermedad, con la que establece un diálogo Ãntimo, esencial.
Muchas Teresas habitan este libro, muchos de sus universos: la infancia, el amor por su paÃs y la historia lastimada que conlleva; la rebelión ante las injusticias del mundo; su defensa de los más vulnerables.
El libro está impregnado de urgencia, de vértigo; lo leemos en estado casi hipnótico, sin poder abandonarlo y cuando lo cerramos con las manos que aún tiemblan, vemos que nos abraza, nos hermana en su profunda humanidad, su sabidurÃa y pasión por la vida.
Abro el miedo no es solo un libro, es un camafeo para atesorar.