Este libro indaga el origen y desarrollo de un cristianismo de izquierda en Chile, concentrándose en la experiencia del grupo clerical �Cristianos por el Socialismo� (CpS). Este análisis trasciende las fronteras chilenas, tratando de entender la amplia radicalización política que parte de la Iglesia católica experimentó hacia fines de la década de los sesenta. La experiencia chilena, no obstante, tiene su propia originalidad: los sacerdotes revolucionarios surgieron durante el gobierno de la Unidad Popular, un proyecto político que se propuso construir la vía chilena al socialismo en un contexto de Guerra Fría.
En este libro se revisa el surgimiento de los "Cristianos por el Socialismo" destacando la evolución religiosa que algunos miembros de la Iglesia experimentaron. Este grupo clerical es la expresión de una evolución religiosa de larga data, que se puede resumir en tres elementos: una nueva concepción de un cambio social de naturaleza católica; una nueva expresión del ministerio social; y un nuevo significado de la pobreza y de los pobres.
El cristianismo de izquierda es entendido como un fenómeno de carácter global, que se manifiesta en una vasta red de agentes clericales católicos que, en el contexto de la época, sentaron las bases para un profundo cambio social en el continente. Así, se describe la historia de aquella convergencia que se dio en América Latina entre el catolicismo y las ciencias sociales hacia fines de los años cincuenta, lo que significó una readaptación de los campos de la religión y la política frente a la modernidad.