El esfuerzo griego por construir un espacio humano donde fuera posible la justicia y donde el destino común estuviera regido por la voluntad de los hombres se vinculó desde el origen a la existencia de ciudadanos: ellos eran la ciudad y, por tanto, el Estado. Desde las osadas medidas de Solón para implicar a todos en las decisiones, el Estado nació como un orden destinado a defender el interés común frente a los intereses particulares y la arbitrariedad de las familias poderosas. Y es que, como nos muestra Pedro Olalla, "la historia de la democracia ateniense no es sino la historia del paso progresivo del poder a manos de los ciudadanos". Hoy, cuando las democracias occidentales parecen haberse alejado de este objetivo, tal vez tenga sentido rastrear infatigablemente la ciudad en la que un día nacieron los primeros ciudadanos y, con ellos, la política.
"Maravilloso Grecia en el aire".
Ignacio Orovio, La Vanguardia
"Un curioso artefacto que mezcla historia, literatura, crónica de viaje, periodismo y reflexión política".
Elena Hevia, El Periódico
"Vibrante y bien documentado, está escrito con una prosa apasionada y eficaz, con la que arrastra al lector al convencimiento de que "la democracia sigue siendo un proyecto radical y revolucionario", que reclama hoy más que nunca la implicación de una ciudadanía resuelta a restaurar al término su significado".
Ignacio Echevarría, El Mundo
"Pedro Olalla no sólo parece saberlo todo, sino que además lo cuenta con ese arte fino y sofisticado a un tiempo digno de los grandes escritores".
La línea del horizonte
"Pedro Olalla se ha convertido en una referencia, en un valioso intérprete de la realidad helena, con su profundo conocimiento de la historia y la cultura y su dominio de la realidad y la vida cotidiana. Lean a Olalla… Y después opinen, opinen".
Héctor J. Porto, La Voz de Galicia
"Alternando el rigor en la exposición con un planteamiento inequívocamente combativo, Olalla recorre -el ensayo se plantea también como una suerte de guía- los escenarios ruidosos de las antiguas instituciones y analiza su desarrollo en el contexto, radical en todos los sentidos, de una democracia directa".
Ignacio F. Garmendia, Diario de Sevilla
"Su prosa apretada y precisa, semejante a la tierra pelada y esencial que rodea Atenas, evita toda digresión superflua en pos de un ejercicio comparativo que, en su búsqueda de los vestigios de la auténtica democracia, pudiera convertirse en un conjuro salvador".
Fermín Herrero, El Norte de Castilla
"Una magnífica guía para entender qué significan ideas como la participación en el poder, la conciencia de la propia dignidad, el fundamento popular de la soberanía, la justicia y la democracia".
Sebastià Frau, Diario de Mallorca
"Olalla demuestra una singular capacidad literaria para acercarnos la historia, un poder de persuasión irresistible para inclinarnos a amar y comprender la cultura griega […]. De forma ordenada, emotiva e inteligente, Pedro Olalla repasa cada uno de los fundamentos de la auténtica democracia".
Fulgencio Argüelles, El Comercio
"Te empodera y te asusta, es una llamada a la acción urgente, y una alerta del riesgo de la inacción".
Carles Capdevila, Ara