La oscuridad estĂĄ siempre presente. Espera pacientemente en cada rincĂłn, en cada calle, en cada palabra y en cada uno de nosotros. Espera, sabiendo que llegarĂĄ el tiempo en el que pueda manifestarse, abarcĂĄndolo todo.
Existen diversas formas de concebir la oscuridad. Lo primero que se piensa es en aquello que carece de luz. Pero oscuridad es también lo que nos lleva a lo incierto, a lo que nos atemoriza, a lo desconocido y lo misterioso; como también nos representa lo atroz, lo inentendible y lo triste.
Estas historias, pequeños recortes de una ficciĂłn muy real, llevan en su esencia un poco de cada uno de estos significados. Un encuentro en la ruta, en un pasillo, en un bar. Un sueño, una pesadilla, un viaje y una charla, cuestiones cotidianas que pueden de un momento a otro volverse situaciones lĂmite para sus intĂ©rpretes, cuya salida se vuelve incierta y el raciocinio, esquivo.
Los invito a leer estos relatos, a rodearse de oscuridad y dejarse llevar por aquello que, aun a plena luz del dĂa, se esconde en las sombras. Pero advierto: algunas pueden ser muy peligrosas.