Por mĂĄs de cincuenta años, Sarita Wainer volcĂł al papel sus experiencias, recuerdos y sensaciones. Cuando falleciĂł, a sus noventa años, se repartieron entre sus hijas y nietos los cuadernos donde escribĂa sus memorias, y uno de ellos decidiĂł rescatar sus escritos y editarlos para conformar este volumen. Eso es todo es el deseo de preservar las memorias y la vida de esa abuela que llenĂł pĂĄginas y pĂĄginas con postales que fueron atravesando diferentes Ă©pocas. Una vida con altibajos econĂłmicos, bonos, libretas de ahorro, pero con mucho disfrute de lo cotidiano. El desayuno en la cama, el tĂ© con masitas, las visitas al cementerio de Tablada, Pesaj, los viajes a Mar del Plata y las salidas al casino con amigos. Wainer construye en este libro un testimonio de lo que fue una vida llena de afectos, alegrĂas y ganas de siempre seguir adelante.