Morcilla. Una historia rellena de sangre y amor narra algunas historias, anĂ©cdotas y leyendas provenientes de rigurosas fuentes de informaciĂłn, y muchas otras avaladas por la tradiciĂłn oral expresada a travĂ©s de la sabidurĂa de Juan Pueblo; comenta con lujo de detalles sobre la existencia de morcillas en paĂses antĂpodas e igualmente menciona recetas y entreverados que jamĂĄs imaginamos: morcillas especiadas, morcillas dulces, morcillas oreadas. Nos enteramos de que la longevidad de la morcilla no es de siglos, sino de milenios. TambiĂ©n se nos cuenta del desprestigio del que goza el marrano en muchos pueblos y culturas, pero con justicia el autor le otorga licencia para escribir una carta y su testamento. Conocemos que al artesano culinario de la morcilla se le llama chacinero y su oficio chacinerĂa, un saber cuya recursividad de la receta la ha transformado en Ăcono universal del buen sabor para los asiduos comensales de tripas con sangre y algo mĂĄs.
En sĂntesis y dicho con jerga culinaria: Lorenzo Villegas ha realizado sobre la pieza mayor un conjunto de cortes y simultĂĄneamente ha sabido adobar y revolver todos los ingredientes, para obtener un resultado final estupendo.
JuliĂĄn Estrada Ochoa