A pesar de la crisis institucional y de subsistencia a finales de la dĂ©cada de 1990 y de las duras crĂticas que reciben en el ĂĄmbito mediĂĄtico, las ONG continĂșan siendo un referente organizacional fundamental para responder a la pobreza y la exclusiĂłn que siguen golpeando a diversos sectores del paĂs. El nivel de institucionalizaciĂłn alcanzado en el PerĂș y AmĂ©rica Latina convierte a estas organizaciones en un mecanismo para diversos grupos de la sociedad civil y el sector empresarial que incorporan el discurso de la responsabilidad social, mĂĄs allĂĄ de ideologĂas polĂticas, religiosas o de valores que quieran defender o difundir.
En este contexto es fundamental reflexionar sobre la identidad actual y el papel que cumplen las ONG, con el fin de conocer, por un lado, los cambios organizacionales en la gestiĂłn de sus recursos y la ejecuciĂłn de nuevas estrategias para sus proyectos, y por el otro, la promociĂłn de nuevos discursos sobre lo que entienden por desarrollo social, en un mundo marcado por la globalizaciĂłn y la sociedad de la informaciĂłn, donde las relaciones de mercado las conminan a repensar el rol, o los roles, que deben jugar. Si bien las razones que fundaron sus esfuerzos han cambiado, todavĂa muchos de los problemas que buscaron resolver requieren propuestas renovadas. Por ello es necesario que «persistan en el intento», por una paĂs libre, inclusivo y democrĂĄtico.