Los ensayos reunidos en este libro tienen un hilo conductor: la voluntad del autor de proponer relecturas de una serie de poemas y poetas cubanos considerados como centrales en nuestra tradición lírica o con una obra necesitada de nuevas interpretaciones. Son escritos que avanzan a contracorriente, polemizando a veces con criterios (o prejuicios) arraigados en la crítica tradicional, o que proponen el rescate y revaloración de escritores y movimientos poéticos subestimados o relegados. No son estudios concebidos desde la distancia y la impersonalidad del paper académico: estos poetas están entrelazados con la biografía creativa del autor y le son entrañables. Curbelo argumenta su posición sin doctrinarismo, apelando al análisis persuasivo y apoyándose en un amplio dominio de la teoría literaria y la historia de la poesía (además del profundo conocimiento de los autores estudiados), sin lo cual cualquier intento de revisar el corpus crítico sería una quimera. Y esto es precisamente lo que hace peculiar e interesante a este libro: la convicción del autor de que no todo está dicho, que la gran poesía admite lecturas múltiples y que en el estudio de nuestra lírica hay todavía páginas que aguardan por ser escritas.