Han pasado once años desde aquella cirugia que le cambió la vida a Bertha Olga, y con este libro nos queda claro que a lo mejor la enfermedad es esa forma inesperada en la que la vida nos arroja al encuentro intimo e inevitable con nosotros mismos y con los demás; un tropiezo a partir del cual los pequenos detalles, los mínimos gestos de amor, la magia del funcionamiento del cuerpo humano y los placeres más sencillos, ya no pasan inadvertidos. A pesar de todo es un libro sobre las pequeñas victorias cotidianas, el manifiesto de una mujer alegre y agradecida, que nunca se da por vencida.