El ser humano viene al mundo con unas predisposiciones genéticas que, confrontadas con el medio en el que se desenvuelve, especialmente el social, originan un individuo con una capacidad de adaptación portentosa. Posee una natural inclinación por la búsqueda de sensaciones profundas, primitivas, holísticas, que ayudan a construir el esquema corporal, y que desarrollan la percepción de uno mismo, contribuyendo al manejo adaptativo de las emociones e impulsando una armonía en las relaciones sociales.
El presente libro está estructurado en dos partes. La primera se dedica a fundamentar teóricamente la importancia del "input" vestibular en el desarrollo del ser humano poniendo de relieve algunas vinculaciones con distintos procesos tales como los posturales y equilibratorios; y la segunda se propone detallar dos estudios experimentales con el objetivo de comprobar determinados cambios producidos por la estimulación vestibular en poblaciones con y sin discapacidad.
Se incluye así la experiencia de los autores, acumulada durante casi cuatro décadas, como parte del esfuerzo continuado por la renovación de prácticas y metodologías para niños y niñas en situación de discapacidad a través de la intervención educativa por medio de estímulos vestibulares.