Amaia se expresa a travĂ©s de un lienzo y un pincel. Desde que entendiĂł que la vida para ella algĂșn dĂa se tornarĂĄ oscura, intenta de llevarse consigo un mundo de colores a travĂ©s de la pintura. Desea recordar cada pigmentaciĂłn de color a su alrededor y para ello se esmera por crear un lienzo y enviarlo a una competencia de arte donde el ganador, dueño del lienzo, pasarĂĄ un mes en la residencia de Daniel Bacchelli, uno de los pintores mĂĄs importantes de Italia, por el que Amaia siente una profunda admiraciĂłn y con el cual tomarĂa clases de arte junto a su mĂĄs grande ejemplo a seguir.
El miedo a enfrentar su realidad y el miedo a vivir la llevarĂĄn a conocer de forma dolorosa el significado de amar incondicionalmente a alguien que un principio admirĂł. Un mes de clases de arte serĂĄ suficiente para demostrarse asĂ misma que la vida a pesar de todo, da oportunidades de vivir el amor aĂșn mĂĄs allĂĄ de la muerte.