Nicholas Allen Schuyler era consciente de la irónica situación en la que se encontraba. Decidido a buscar su propio camino, había renunciado al apellido y a la fortuna de su familia.
Había iniciado una nueva vida y era libre para labrarse un futuro como escritor, pero se había enamorado de Verena Marlowe, de Marlowe Court, y tenía un problema: tenía que convencer a los padres de Verena de que un escritor sin dinero, conocido como Nicholas Allen, merecía casarse con su hija. Y tenía que conseguirlo sin mencionar que era un Schuyler.