El mundo de la Biblia es el de los hallazgos de arqueĂłlogos e historiadores, pero es tambiĂŠn, y sobre todo, el universo simbĂłlico de los mitos y leyendas del Oriente antiguo, construido con un lenguaje apropiado para contar historias verĂdicas inenarrables y hacer poesĂa de lo inefable. Desde los orĂgenes de la escritura, imĂĄgenes y palabras, iconos y textos, o su ausencia junto al vacĂo y el silencio de los espacios y tiempos sagrados, fueron configurando una memoria milenaria, que, a travĂŠs de la Biblia, acrisolĂł el judaĂsmo, el cristianismo y el islam, para confirmar hasta el dĂa de hoy la solidez de ciertas verdades, virtudes o amores.