En la Conferencia Mundial sobre la Ciencia (1999) surgió la necesidad de establecer un nuevo acuerdo entre la ciencia y la sociedad para la formulación de políticas que permitieran la transferencia inteligente de los conocimientos. Este libro, más de veinte años después, sostiene la vigencia de ese desafío y lo reubica en una agenda que se modeló en el tiempo y que estimula para la acción.