SĂłlo aspiro a encontrar mi paraĂso en la tierra. Y soy digno de compasiĂłn porque es posible que lo haya conocido en varias ocasiones y no me haya dado cuenta.» Terenci Moix
«AquĂ vamos a hablar de sus memorias, reunidos sus tres volĂșmenes en uno solo para un total disfrute no de una vida, sino de un tiempo que esa meticulosidad de Terenci por lo pequeño, lo que pertenece a la memoria fotogrĂĄfica, el paseo por la intimidad, con toda su mediocridad o aspiraciĂłn de grandeza, convierten en magnĂfico, iridiscente telĂłn de fondo. EstĂĄ allĂ su familia, su madre y su tĂa con todos su ires y venires en las calles del Barrio Chino de Barcelona. EstĂĄ Barcelona, la gran protagonista, con sus costumbres paganas, esa inclinaciĂłn a lo promiscuo y lo religioso, la comida siempre como una gran homilĂa, el chismorreo como cultivo de grandes narraciones, el amor como una moneda de cambio. Y la dictadura franquista como un ĂĄguila que esparce sombra sobre el trigal, genera miedos, devora ilusiones, estorba y sella.»
Del prĂłlogo de Boris Izaguirre