En una sociedad dominada por los hombres, la mejor arma de una mujer son sus encantos
Obligada por las circunstancias polĂticas y econĂłmicas, en la primavera de 1800 tuve que abandonar mi Francia natal y trasladarme a Inglaterra, donde pasĂ© mi juventud como la parienta pobre, rodeada de normas y convencionalismos asfixiantes.
No sé si por suerte o por desgracia, a una temprana edad aprendà dos verdades que me ayudaron a sobreponerme a las adversidades y que me convirtieron en la mujer que ahora soy.
La primera fue darme cuenta de que para nosotras, la vida no era sino una partida de cartas en la que los hombres siempre llevan ventaja, por lo que tuve que aprender a jugar de farol.
La segunda fue llegar a la conclusiĂłn de que para mĂ sĂłlo existĂa un camino: abrirme de piernas, ya fuera contrayendo un matrimonio aceptable o recibiendo unas mĂseras monedas, que disminuirĂan a media que mi edad avanzase.
TracĂ© mis objetivos sin permitir que me afectasen los sentimientos. No me importĂł ser el blanco de crĂticas. DejĂ© que mis encantos femeninos encandilaran a cuantos se cruzaban en mi camino para que jamĂĄs se preocuparan por mi inteligencia.
Y todo funcionĂł...
Hasta que cometĂ el peor de los errores...
A
4/9/2024
Inteligente, sensual, con personajes muy bien definidos....me gusta su pluma. Recomendable
Anselma
10/22/2023
sin palabras. Con este libro desde luego te has superado. Enhorabuena!!