Le gustaba que sus relaciones fueran como los coches, rĂĄpidas y divertidas
A Sam Pirelli le gustaba conducir sintiendo el viento en la cara y no saber nunca lo que le esperaba tras la siguiente curva, como aquella guapĂsima rubia que habĂa pinchado y que necesitaba ayuda...
Kara Starling estaba en Clearville para conocer al padre de su sobrino: Sam Pirelli. Ăl no tenĂa la menor idea de que una fugaz aventura con la hermana de Kara habĂa dado lugar a un niño tĂmido y encantador. Tampoco Kara imaginaba sentirse tan atraĂda por Sam, ademĂĄs le preocupaba dejar a su querido sobrino en manos de un mujeriego. Claro que quizĂĄ detrĂĄs de esa imagen despreocupada se escondiera el padre perfecto... y el hombre de sus sueños.