Susannah Simmons tenía un plan trazado para alcanzar el éxito en su trabajo. ¡Y este no incluía enamorarse de su vecino!
Nate Townsend era innegablemente atractivo, y era evidente que tenía dinero... pero parecía carecer de ambición. Se quedaba en casa cocinando, o salía al parque a volar cometas mientras Susannah luchaba y se esforzaba por subir los peldaños de la escalera del éxito.
No le gustaba que Nate cuestionara sus valores... ni que le hiciera cuestionárselos a ella. Porque, posiblemente, él tuviera razón: Susannah había renunciado a demasiadas cosas por ir en pos del dinero: familia, diversión... ¿y el amor de Nate Townsend?