(0)

Cosas que vienen y van

E-book


A veces, cuando me habĂ­an acostado en una montaña de ĂĄsperos sobretodos, al escuchar esas voces alrededor de la mesa –seguĂ­an discutiendo (solo que yo no podĂ­a entender el porquĂ© del griterĂ­o, si el volumen era porque estaban enojados o si se reĂ­an)– me despertaba en la habitaciĂłn de Honey. ÂĄQuĂ© maravilla las cosas que podĂ­an pasar! Me habĂ­an llevado en brazos mientras dormĂ­a y yo ni me habĂ­a dado cuenta.

La joven Esti recuerda en Dios los crĂ­a momentos inolvidables de su infancia y va armando una genealogĂ­a amorosa llena de escenas ruidosas, confusiones, peleas, pero tambiĂ©n mucho humor. Y se detiene en la figura de su abuelo, un inmigrante de Odessa que cruzĂł el AtlĂĄntico en bĂșsqueda del sueño americano.

En El viejo bromista, una joven madre soltera regresa a su casa luego de una salida al ballet con un nuevo amigo. Mrs. Cheatham, la niñera de su pequeño hijo, la espera con la casa ordenada y tranquila. Es una noche fría, no para de nevar, y cada uno de estos cuatro personajes va a formar una suerte de caleidoscopio en el que se desplegarån, lentamente, los sueños, las opiniones y los sentimientos de cada uno.

En La vida que me diste, una mujer de mediana edad recibe una llamada: su padre se cayĂł de una escalera y estĂĄ gravemente herido. En medio del shock por la noticia empiezan a surgir, irrefrenables, viejos recuerdos, peleas, esas cosas que no nos animamos a decir y ya puede ser tarde, esas cosas que nos arrepentimos de haber dicho pero ya no hay tiempo para pedir perdĂłn.

En estas nouvelles que componen Cosas que vienen y van, Bette Howland, escritora largamente olvidada, explora la intimidad de tres mujeres tan diferentes como cercanas, y construye un libro potente y entrañable que nos recuerda la importancia de los vínculos y el ineludible paso del tiempo.