En la trayectoria filosĂłfica de Gilles Deleuze se pueden distinguir dos etapas: la de antes y la de despuĂ©s del Anti Edipo (1972, escrito junto con FĂ©lix Guattari). La primera estĂĄ marcada por una serie de investigaciones de historia de la filosofĂa en las que se percibe una bĂșsqueda guiada por una clara preferencia: Hume (1953), Nietzsche (1962), Proust (1964), Bergson (1966), Spinoza (1969). En cada uno de estos estudios, Deleuze trata de descubrir las grandes lĂneas de fuerza, poniendo el acento en las tensiones mĂĄs que en las significaciones. Empirismo y subjetividad, dedicado a la filosofĂa de Hume, inaugura, asĂ pues, esta serie.
Con su vuelta a Hume y el Ă©nfasis que este pone en la fuerza de la imaginaciĂłn y del subjetivismo de todo conocimiento, Deleuze anticipa algo de lo que serĂĄ su tarea en los años setenta. «¥La imaginaciĂłn al poder!» era el lema de combate de Mayo del 68, año en que Deleuze escribe su Diferencia y repeticiĂłn, creando con su empirismo trascendental poskantiano su propia filosofĂa. MĂĄs tarde Deleuze definirĂa esta como «el arte de formar, de inventar, de fabricar conceptos».
Empirismo y subjetividad desafĂa al estudioso a indagar en quĂ© aspectos Hume inspirĂł el tan creativo y rebelde discurso filosĂłfico francĂ©s de los años cincuenta y sesenta del siglo xx.