Escrito en 1927, es considerado uno de los mejores cuentos de horror de todos los tiempos. La historia es
contada en primera persona por un ingeniero encargado de hacer un estudio para edificar un embalse en un
remoto paraje llamado Arkham. Allí encuentra un área de terreno denominada "landa maldita" que es distinta
a todas y que le causa extrañas y poco agradables sensaciones. Un anciano vecino del lugar le explica que el
motivo del estado de esa parcela es que un meteorito se estrelló cerca de una granja liberando un ser extraño
que se escondió en el fondo del pozo; con el transcurrir el tiempo, a medida que ese veneno del espacio se
extendía, las plantas y árboles primero (árboles que llegan a cobrar movimiento en sus ramas), y los animales
después, empiezan a sufrir mutaciones, cambios de color, olores desagradables, acabando por afectar a la
familia que habita la granja, aislándola de la sociedad en que vivía y enloqueciéndola hasta morir en un trágico
final, y el ingeniero decide abandonar su trabajo electrizado por el horror que descubre. Sin embargo al parecer
la zona afectaba crecía a una media de una pulgada cada año, lo cual da pie a pensar que parte del ser terrible
continuaba escondido en la zona esperando.