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Memorias de un funcionario

E-book


El espíritu del autor es pura energía que se expande por los bordes, por las fisuras. No hay entonces, libro posible que lo capture en una intrínseca representatividad, porque Rodolfo no representa a nadie, sólo se representa a sí mismo, pero expresa a muchos en cada una de sus intervenciones que transforma en verdaderos acontecimientos. Hay dos circunstancias características que configuran la personalidad de Livingston: su rostridad y la posibilidad expansiva de sus intervenciones. Su originalidad es expansiva, su creatividad es resonante, su espíritu anárquico es contagioso y multiplicador, actúa por contagio, no tiene doble, nadie se le parece, imposible de imitar sus ritmos y velocidades. Desde esta perspectiva el libro también se convierte en un pequeño tratado sobre intervenciones institucionales rápidas. Sus observaciones sobre la burocracia, que incluyen también instrucciones para jóvenes funcionarios y transgresores aficionados, son un verdadero aporte a la psicología social. Livingston lanza una mirada original y profunda sobre el mundo cotidiano y lo hace, además, con sentido del humor. Es éste, aunque el autor no se lo haya propuesto expresamente, un libro de psicología institucional. Es también un libro divertido, para reírse con ganas. No es fácil combinar ambas cosas.