Otra forma de acercarse al derecho es posible, es el espĂritu que sintetiza, este libro; y una de esas otras formas es la literatura. El propĂłsito de este texto es descolocar al derecho. A ese derecho que conocemos tradicionalmente como un sistema normativo que ordena a las sociedades quĂ© hacer y quĂ© no hacer desde una supuesta neutralidad y desinterĂ©s. Descolocarlo implica moverlo de su cĂłmoda autoconciencia de completitud, seguridad y suficiencia; insistirle en la necesidad de salir de su diĂĄlogo interno, del autismo que lo mantiene hablando desde sĂ y para sĂ. Y al insistirle al derecho, en realidad se le insiste a la comunidad que lo crea, interpreta, piensa, enseña y que al final, tambiĂ©n lo mistifica.
Abrir las puertas de ese mundo jurĂdico de estructuras y jerarquĂas normativas fĂ©rreas para que pasen las explicaciones amplias de lo humano, es lo que permitirĂĄ conocer el enorme potencial que ofrece la literatura para reflexionar profundamente en torno al derecho, pues si el derecho en su concepciĂłn moderna, se ha pretendido custodio y sĂntesis de la racionalidad pĂșblica, la literatura le descubre constantemente su lado irracional y contradictorio al mostrarnos una humanidad tocada y trastocada por sus formas de operaciĂłn âmuchas vecesâ mecanizada.
AsĂ pues, el tĂtulo del libro cobra significado, "Derecho y literatura. Una alianza que subvierte el orden", pues busca subvertirlo desde sus propias estructuras; convertirlo en algo distinto, no mistificado, con el que se pueda dialogar a partir de otros lenguajes, que se pueda mirar desde otros enfoques y que busque comprender a profundidad lo que intenta regular: las relaciones de los seres humanos en colectividad.