«Amos Oz despliega ante nuestros ojos la naturaleza del fanatismo, ofreciéndonos a la vez el remedio para su cura universal».
Nadine Gordimer, Premio Nobel de Literatura 1991
«¿Cómo curar a un fanåtico? Perseguir a un puñado de fanåticos por las montañas de Afganistån es una cosa. Luchar contra el fanatismo, otra muy distinta. [...]»
La actual crisis del mundo, en Oriente PrĂłximo, o en Israel/ Palestina, no es consecuencia de los valores del islam. No se debe a la mentalidad de los ĂĄrabes como claman algunos racistas. En absoluto. Se debe a la vieja lucha entre fanatismo y pragmatismo. Entre fanatismo y pluralismo. Entre fanatismo y tolerancia. [...] »El fanatismo es mĂĄs viejo que el islam, que el cristianismo, que el judaĂsmo. MĂĄs viejo que cualquier estado, gobierno o sistema polĂtico. MĂĄs viejo que cualquier ideologĂa o credo del mundo. Desgraciadamente, el fanatismo es un componente siempre presente en la naturaleza humana, un gen del mal, por llamarlo de alguna manera.»
Amos Oz