Son innumerables los ejemplos de fincas destruidas en la ciudad de Guadalajara; pero también al interior del estado de Jalisco se dio este grave proceso que implicó la desaparición de importantes haciendas como la de Cuisillos, El Cabezón, Los Cedros, Atequiza, San Isidro Mazatepec, Buenavista, así como fábricas de hilados, papel, tabaco y espacios industriales. Es plausible, por ello, el esfuerzo que realiza la Editorial Universitaria no sólo por rescatar del anonimato la historia de esos edificios y espacios públicos ya desaparecidos, sino por brindarnos al común de los lectores una herramienta que nos permita conocer esas edificaciones a través de los cautivadores e interesantes relatos que van acompañados de valiosas imágenes y fomentar al mismo tiempo una conciencia crítica que nos motive a buscar la preservación de aquellos otros que han sobrevivido.