¿Aplaudir o cuestionar a los poderosos? El corazón de las ciencias sociales late al ritmo de ese enigma todavía irresuelto.
Las corrientes que se dedican a legitimar las injusticias "normales", aceptan solo una agenda de problemas, un repertorio limitado de categorías y una lista estricta de fuentes confiables. Con arrogancia, pretenden monopolizar el "pensamiento contemporáneo". Quienes no acepten trabajar para las grandes fundaciones y ONGs que inundan con dineros sucios nuestro campo cultural y político, quedan automáticamente fuera de "lo contemporáneo". La cooptación parece ineluctable. El mundo del trabajo y sus organizaciones deben agachar la cabeza.
¿Será cierto?
Para responder esa pregunta, este libro recupera, reconstruye y actualiza dos tradiciones estrechamente vinculadas, muy útiles a la hora de comprender (y tratar de cambiar) el mundo actual. Se trata de las teorías marxistas del imperialismo y la dependencia.
La obra se ubica a contracorriente de los saberes convencionales. Aquellos que se pierden en los laberintos de un imaginario "capitalismo bueno", presuntamente enfrentado a un "capitalismo malo". Callejón sin salida, decorado por las metafísicas "post" y la promocionada impostura de la "deconstrucción". Legitimaciones elegantes del capitalismo verde, el capitalismo violeta e incluso el capitalismo "con rostro humano". Una manera suave y con estilo de rendirse ante el neoliberalismo y la dependencia sin pagar costos políticos ni asumir polémicas incómodas.
Este volumen colectivo tiene una meta sencilla: nutrir con insumos al campo popular. Apostamos a las nuevas generaciones para retomar las tareas pendientes, en una época signada por la contrainsurgencia global, el colapso ecológico, el resurgir de las derechas extremas y la crisis del imperialismo como sistema mundial.