La obra narra el drama vivido en la localidad de Zalamea al pasar las tropas españolas con motivo de la Guerra de Portugal. El capitán Don Álvaro Ataide, noble, es alojado en la casa del labrador rico de la localidad, Pedro Crespo, a cuya hermosa hija Isabel secuestra y viola. Cuando Pedro Crespo intenta remediar la situación, ofrece bienes a Don Álvaro para que se case con Isabel, a la que rechaza Don Álvaro por ser villana, es decir de clase inferior. Este desprecio afrenta el honor de la familia de Pedro Crespo. En pleno trauma familiar, es elegido alcalde de Zalamea y siguiendo una querella cursada a la justicia por la ultrajada Isabel, aun sin poseer jurisdicción sobre el militar, Pedro Crespo prende, juzga y hace ajusticiar a Don Álvaro. La trama se resuelve cuando el Rey Don Felipe revisa la decisión del alcalde, la ratifica y premia su decisión nombrándole alcalde perpetuo.