El LÃder ha nombrado ya al Elegido, aquel que dirigirá una de las universidades más importantes del paÃs durante el próximo sexenio: un hombre de orÃgenes humildes y carácter fuerte. Los funcionarios universitarios cuestionan su decisión: que hay candidatos más aptos para el puesto, que es impertinente, que al final terminará siendo un problema para la institución. Pero la gran mano que dirige desde las sombras a la Universidad ha comenzado a mover las piezas y se mantendrá firme a pesar de que el tablero comienza a tambalearse.