El origen de Las máquinas enfermas refleja una profunda preocupación sobre un tema muy presente: nuestra obsesión con las llamadas «inteligencias artificiales» y otras tecnologías digitales. También sobre los lados oscuros de ese mito renovado –el de las máquinas que van a reemplazarnos–, que ya está interfiriendo en nuestras vidas, nuestro pensamiento e incluso nuestros cuerpos.
Los cuentos de Alberto Chimal tratan de las proyecciones y los demonios de una «inteligencia» que desplaza y suplanta lo humano hasta su extinción, del poder absoluto de una tecnología adictiva, propiedad de unos pocos, de la ingenuidad de creer en sus buenas intenciones y de las horribles fantasías de poder absoluto y saqueo de este mundo (y hasta de otros mundos). Porque incluso aunque esas máquinas «enfermaran», nuestra fe en ellas podría ser suficiente para que triunfasen sobre nosotros. No sería la primera vez que la humanidad inventa ídolos para adorarlos.