La pregunta por los componentes básicos de la sociedad, aquello que la constituye en última instancia, es una cuestión clásica y, a la vez, constante en las ciencias sociales y humanas. Este tema central se aborda en el libro desde diferentes perspectivas históricas y teóricas. La interrogación acerca del rol del lenguaje en la conformación de esas dimensiones fundamentales es también un eje central que trasvasa y estructura todos los capítulos. En este sentido, se confrontan perspectivas clásicas y contemporáneas desde un punto de vista contemporáneo tratando de reconstruir de manera exhaustiva las formas y los modos en los cuales las prácticas del lenguaje dan lugar a aquello propio del espacio social, distinto respecto a las manifestaciones del mundo natural e inorgánico. En esa reconstrucción se empiezan a delinear los primeros rasgos de una ontología social bosquejada ahora de un modo diferente al cual se presentaban anteriormente las ontologías tradicionales. Esta nueva teoría adopta, más bien, las características de un enfoque centrado en la historicidad y la contingencia, y define de un modo radical a las formaciones del espacio social.