Lo más bello que ha redescubierto la Iglesia en los últimos decenios es la centralidad de la Pascua y la Resurrección en la vida de cada cristiano. La Pascua de Jesús es el eje de la Biblia, la liturgia, la pastoral y de nuestra presencia en el mundo.
Este libro no teoriza sobre la Resurrección, profundizando en ella desde el análisis exegético o la fuerza narrativa de experiencias y encuentros, como hacen los evangelios. El autor, más bien, opta por la misma vía que siguieron las primeras comunidades cristianas: cantar a Jesús resucitado desde los himnos, compuestos al hilo de los relatos pascuales, con la intensidad emocional propia de la poesía.
Este himnario, surgido al calor de la celebración de la Pascua con comunidades eclesiales a lo largo de varios años, canta nuestra fe, que va dirigida a Jesús con su nombre nuevo: El que vive, el Viviente.