Hailey lucha por sobrevivir y escapar de una vida de escasez de oportunidades. Con solo una mochila a cuestas y como brújula sus sueños, se embarca en un viaje de búsqueda de libertad, de primeras veces y sentimientos inesperados. Aiden es prisionero de su propia jaula en un mundo que parece a sus pies.
Hailey es la chica que piensa en imposibles. Que deja volar su imaginación alto, la que anhela más. Aiden huye de todo lo que no puede dejar atrás, lo que jamás imaginó era que tropezaría con ella en aquel lugar que él consideraba tan suyo.
Cuando se conocieron, no se imaginaron que sus vidas se unirían, y, mientras lo averiguan, su amor crece en una azotea entre conversaciones llenas de confidencias, con las luces de Seattle y el último acorde de una guitarra de fondo.
Ella es la chica invisible en Washington University. Él el quarterback del equipo de fútbol.
Ella solo quiere encontrar su lugar en el mundo. Él quizá se encuentre tan perdido que es incapaz de recordar quién es.
Ambos esconden cicatrices mucho más profundas que las que llevan en la piel.