"Tantas veces te vi así, tantas veces mi mundo de niña se tambaleaba al encontrarte con la mirada perdida, como si todos habitáramos un tiempo y un espacio, y tú un mundo desconocido que claramente no es el mismo. Mi corazón se aprieta como entonces: en ese momento no sabía lo que era la angustia pero vaya si la sentía. Era difícil sentir que mamá es más pequeña que yo a los ocho años".
Sofía acaba de perder a su padre y con su madre nunca pudo contar, y eso que aparece como un final inapelable se convierte inesperadamente en un inicio. Su espíritu de aventura y la necesidad de reconocerse en su propia sangre la lanzan a emprender el viaje de su vida, en el que todos los cabos sueltos y preguntas sin respuesta irán poco a poco, pero sin tregua, develándose. Carne de cañón inicia con el dolor de la muerte, pero no se queda ahí. Va transmutando a medida que se amplía el mundo de su protagonista, a medida que la vida se resignifica a través del sexo, los encuentros, las pieles y los aromas que supondríamos familiares y están apenas siendo descubiertos. Con una voz franca y desgarrada y un ritmo que no da respiro, Victoria Herrera, alias astro_viking, deja al lector con una sensación de confianza en la vida como maestra, y confirma que el encuentro con la propia esencia se da, de hecho, en el lugar menos esperado.