Compuesto por un único poema dividido en fragmentos de cuño autobiográfico, Cuando el monarca espera abre una reflexión abarcadora sobre el oficio mismo del poeta en un mundo cambiante y azorado por la velocidad con que se alternan sus ciclos naturales, sociales y tecnológicos. A lo largo del libro, perteneciente al género de los "escritos sobre la escritura" y articulado mediante versículos de cariz aforístico y gran expresividad plástica, la imagen del monarca se dibuja como una vacilante proyección del destino del que nacemos súbditos y contra el que, más tarde o más temprano, hemos de rebelarnos. En el intento de escudriñar su memoria y de dar testimonio de una vivencia íntima al tiempo que universal, Javier Vela restaura un flujo de diálogo con otras tradiciones literarias –de Giacomo Leopardi a Saint-Pol-Roux, de T. S. Eliot a Theresa Cha– que hace vibrar las potencialidades míticas y simbólicas de la palabra poética a fin de liberarla de las limitaciones que lo real le impone, recordando al poeta el cometido de su ejercicio creador.