La Gran Crisis financiera de 2008 casi se llevó
por delante el sistema financiero capitalista.
Como consecuencia, entró en escena una política
monetaria por parte de los bancos centrales
consistente en la compra de deuda pública. Una
década de ese régimen de laxitud generó gobiernos
y mercados adictos, desencadenando la
que quizás sea la mayor burbuja de precios de
la historia. Hoy sabemos que fue un error histórico
de política económica, una huida hacia
adelante que acabó con los incentivos propios
del capitalismo y abrió la era de la demagogia.
En 2022 Macron vaticinó que se había acabado
la época de la abundancia. Con el retorno de la
inflación, el final de las restricciones financieras
y la subida global de tipos de interés, el sistema
afronta una nueva era con el endeudamiento
en máximos y los recursos públicos exhaustos.
En paralelo, la desafección política y el
surgimiento de populismos socavan los cimientos
de la democracia liberal. En esta
vorágine, Europa, siempre por detrás de los
acontecimientos, consuma una década perdida
por la ausencia de grandes acuerdos y
fatídicamente dependiente del BCE.
Esta combinación letal reclama medidas
urgentes y profundas. Tras un análisis riguroso,
Fernando Primo de Rivera nos ofrece
su solución (¿la única posible?) para salir del
grave problema en que nos hemos metido:
volver a los orígenes y recuperar la buena gobernanza
económica. Una propuesta radical
para tiempos difíciles.