ELLA DICTÓ LAS NORMAS, ELLA LAS DESAFIÓ
Presentada por los historiadores como una reina puritana y de moral rígida, que en lo político se limito a secundar las decisiones de su marido y sus ministros, su verdadera cara es muy distinta. Fue una mujer transgresora y apasionada en lo privado que convirtió el Imperio británico en uno de los más vastos de la historia.