La historia de una amistad traicionada en el campo de concentración de Argelers y de un triángulo amoroso en la triste Barcelona de posguerra.
Barcelona, mayo de 1949. Albert, un joven que trabaja en una imprenta, es detenido por la Brigada Político-Social y enviado a la temida comisaria de Via Layetana, acusado de colaborar con jóvenes universitarios en la difusión de propaganda clandestina. Una visita secreta del general Franco a la Ciudad Condal lleva de cabeza a los mandos policiales, que dan órdenes de detener a los sospechosos habituales. El encuentro casual entre Dora, hermana de Albert, y un antiguo amante, desencadenará unas consecuencias que ninguno de los protagonistas podrán controlar. Unos acontecimientos ocurridos en el campo de Argelès diez años antes volverán para pasarles cuentas.
Con una capacidad deslumbrante para hacernos cómplices de cada uno de los personajes, esta fascinante novela narra la historia de tres perdedores de la Guerra Civil: Dora Colom, Miquel Alberich y Bonaventura Puig. Una historia repleta de engaños, impostura, amor, amistad y traición. Y, en medio, Fuentes, un comisario de la vieja guardia, corrupto y adicto, y Paco, un antiguo transformista del famoso cabaret La Criolla que también son, a pesar de todo, unos supervivientes.
Los impostores retrata tres vidas desde antes de la guerra hasta la dura posguerra, pasando por el terrible campo de concentración de Argelès, y logra hacernos sentir que, en casos extremos, todos podemos ser unos impostores.
«Los impostores nos ofrece una trama muy bien escrita, bien condimentada y mejor servida que nos habla de seres cobardes, heroicos y desesperados en una Barcelona, la del 49, sin oxígeno ni esperanza.»
CARLOS ZANÓN
«Romera logra que entendamos cómo somos con un sólido retrato de la durísima Barcelona de posguerra. Una novela escrita a tumba abierta que no olvida a los que se quedaron sin tumba.»
MIQUI OTERO
«En esta novela escrita con elegancia e inteligencia los personajes destilan una gran verdad: a veces ya no luchamos para vencer, sólo resistimos para no ser vencidos.»
VÍCTOR DEL ÁRBOL