Lo romántico no suele obedecer a un motivo racional y viajar en una moto vieja es, ante todo, muy romántico. Al mismo tiempo, es lo menos práctico que existe por los continuos contratiempos que hay que vencer. Ricardo Fité tardó dos meses en ir de Barcelona a Mongolia en un viaje de 11.000 km sobre una antigua Yamaha de 250 c. c. Puso a prueba la resistencia de la máquina y la suya propia para sortear todas las dificultades que se le iban planteando, desde las técnicas hasta otras más humanas como caídas, escasez de gasolina o la no siempre fácil relación con los habitantes de esos lugares de costumbres tan distintas a las occidentales.
En este libro cuenta la aventura que le llevó por todo el este de Europa y el corazón de Asia Central a bordo de su motocicleta: República Checa, Polonia, Ucrania, Rusia, Kazajistán, Uzbekistán y, por último, su destino: Mongolia. En el camino, nos explicará su paso por lugares míticos pero, en realidad, poco conocidos: el mar de Aral, los montes Altái, la antigua Stalingrado, Samarcanda y, por supuesto, Mongolia. Todo ello con un estilo cómplice, rico en detalles y divertidas anécdotas.