Piratería por los mares del mundo.
En el siglo XVI, la reina Isabel I otorgó patente de «corso» a sus piratas, denominándolos «corsarios», ya que le compartían sus tesoros a cambio de inmunidad y protección. Además, les concedió títulos de caballeros. Estos fueron Sir Francis Drake, Sir Walter Raleigh y Sir Thomas Cavendish. Ellos asaltaron barcos españoles cargados de oro y plata provenientes del Nuevo Mundo, saquearon colonias españolas, incendiaron barcos y puertos, y raptaron y violaron a sus mujeres; sin embargo, la aristocracia inglesa los recibió como héroes de Inglaterra.

















