El cuento Un hombre muerto a puntapiés, es la obra emblemática de Pablo Palacio.
El narrador de la historia se entera por medio de la prensa local del asesinato de un hombre llamado Octavio Ramírez al que se catalogaba como "vicioso". El narrador comienza a inferir las razones detrás del crimen y llega a la conclusión de que Ramírez fue asesinado por el padre de un adolescente al que intentó seducir.














