No, mamá, la anorexia no va de estar delgada.
Me he dado cuenta de que nadie pone atención al orden, de que a nadie le importa demasiado aquello que parece estar en su sitio. Son las cosas desordenadas, las cosas que parecen perdidas las que nos obligan a buscar la manera encontrarnos. Zero azúcar es este maravilloso caos. Es un humilde intento de entender cosas que sé que jamás podré entender. Este libro narra el testimonio de mi joven camino. Pero no tiene las respuestas, y a decir verdad, aviva nuevas preguntas sobre la complejidad de un TCA y de la vida misma. Zero azúcar ha conseguido alejarme de mi enfermedad para darme cuenta de que yo sigo viva, de que yo no soy ella y ha conseguido que recuperara la confianza de mis seres queridos. Zero azúcar no me ha salvado (no todavía), pero ha conseguido hacer que me diera cuenta de que merezco ser feliz. Y confío (humildemente) en que a ti te pasará lo mismo.