Durante décadas, la Difunta Correa monopolizó la devoción de los viajeros argentinos. Botellas con agua, placas, flores, velas eran dejadas por conductores de automóviles, ómnibus y camiones en miles de altares dispersos en las rutas, pidiendo protección o agradeciendo milagros cumplidos. A mediados de los años noventa esa devoción empezó a ceder ante los embates del culto al Gauchito Gil, que se transformó en el santo pagano más popular del país. Gabriela Saidon siguió el rastro de ese desplazamiento y conversó con devotos, visitó altares, hurgó en cementerios perdidos y entrevistó a sus posibles descendientes. En una suerte de peregrinación periodística, y a bordo de una casa rodante, unió la ciudad de Buenos Aires con la meca de cada uno de estos santos para participar de las festividades en las que se los celebra y contar, así, la historia plagada de intriga, humor y contradicciones de esta batalla que, por ahora, viene ganando el más gaucho.
Mitocrítica cultural : Una definición del mito
José Manuel Losada
bookLas vidas que no contaron
Laurie Ann Ximénez Fyvie
audiobookbookEn un lugar de este planeta
Alexandra Carrión G.
bookEl modelo de los principios del derecho
Jan-R. Sieckmann
bookObjetos no declarados : 1001 maneras de ser venezolano mientras el barco se hunde
Héctor Torres
bookLamentos de un viento recio
Eric Maximino Miletti
bookTardes Felices : Crónicas pop apocalípticas
Salvador Fleján
bookCampesinos e indios en el suroccidente colombiano
José María Rojas Guerra
book