Ensayo controvertido, abiertamente polémico y transversal, "Espacio y jerarquía. Apuntes para una geometría radical" aborda una cuestión espinosa: la constitución de grupos de poder en las instituciones académicas. El autor propone analizarla, además, desde el proyecto de una geometría radical, es decir, a partir de una técnica poética que entiende el espacio no como una estructura epistemológica que hace posible la aparición, el asentamiento y la proliferación de una élite que sobredetermina la investigación científica, sino como la manera de percibir la vida a través de la extensión material de los cuerpos y las cosas que pasan o son.
Política, matemáticas, poesía o metafísica se entrecruzan en las páginas de un ensayo nacido con vocación dialógica que, no obstante, ofrece reposo incómodo. De lo que se trata en estas páginas no es tanto de controlar como de descontrolar los discursos; no tanto de fijar el rumbo como de desorientar la navegación; no tanto de regular como de desregular los programas de investigación... La geometría radical se acerca a la realidad mediante aproximaciones tentativas que nunca son definitivas: la naturaleza no fracturada de las cosas, el imprescindible escepticismo de base y la no permanencia en la historia de las ideas exigen a quien piensa desde aquí la virtud de la ironía con uno mismo y con su producto.