Los dioses tienen sed (1912) es una intensa novela histórica ambientada en el París de la Revolución Francesa, donde la pasión por la justicia degenera en fanatismo y terror. Anatole France retrata con precisión y profundidad el destino de Évariste Gamelin, un joven pintor idealista convertido en juez del Tribunal Revolucionario, cuya fe en la virtud y en la razón lo conduce a la locura moral y a la destrucción.
A través de una prosa elegante, France muestra cómo los ideales más nobles pueden transformarse en instrumentos de violencia cuando los "dioses" exigen sacrificios humanos. Una obra lúcida y trágica sobre el poder, la fe y la fragilidad del alma humana.